Erase una vez un niño llamado Pablo, que se fue a veranear a Canarias (Tenerife) con sus padres.
Un buen día, Pablo estaba en la playa con su familia y sus padres estaban comiendo en un restaurante una dorada .
Pablo estaba ¡a punto de tirarse por un acantilado!.. y se tiró. Cuando cayó al agua, un pulpo gigante le cogió de la pierna.
A lo largo de 1 cuarto de hora, Pablo consiguió soltarse de ese monstruo gigante, quería volver pero sin darse cuenta ya se había alejado bastante, intentó buscar ayuda y encontró un barco, el único hombre que había en él le ayudó, le preguntó que le pasaba y Pablo le contó todo.
Sus padres ya se habían dado cuenta de que Pablo había desaparecido.
Él paso toda la noche en el barco y por la mañana , Pablo y el marinero se fueron a una isla llamada la Gomera. Había un volcán, Pablo y el marinero lo consiguieron escalar.
Cuando llego la tarde Pablo se dio cuenta que sus padres estarían muy preocupados y el marinero le llevó a la playa.
Cuando llegó… ¡no estaban sus padres! Pero un guardacostas, lo solucionó: localizó a su familia y consiguieron comunicarse.
PERO NUNCA CREYERON QUE LO QUE ESTABA CONTANDO… ¡HUBIERA PASADO DE VERDAD!
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