Mi ocelote y yo, de Guillermo Marín

Hola me llamo Sun Street, tengo 11 años y soy noruego, pero por las guerras me mudé a una sabana en África del norte con solo mi padre. A mi madre la asesinaron en el centro comercial . Me sé la sabana como la palma de mi mano. Mi casa está situada en la cima de un árbol, no es gran cosa pero se puede vivir gracias a que cada mes llega un barco con lo que necesitamos para vivir : Comida , botiquín , equipo de escalada, etc...

Hoy iba más al norte de lo que solía ir, cosa para lo que me preparé con todo para una noche. Pero antes se lo iba a preguntar a mi padre: - ¿Papá puedo ir al norte a descubrir mundo? . Pero me di cuenta que nadie contestaba. Por la rejilla de su puerta, que estaba entornada, miré dentro y  ...   ¡NO HABÍA NADIE! .Hasta que me di cuenta de que había dejado una nota y la empecé a leer. Esto era lo que ponía:

Querido Sun, me he ido a cazar con mis amigos unos tres días al sur. Dicen que esta temporada es buena.  Seguro que me pedirás hacer alguna excursión. Si quieres puedes hacerla pero cuando vuelva te quiero ver aquí. Adiós .

Bueno ya sabía que no podía decir un no a si que decidí marchar al primer rayo del alba.

Cuando mi ojo notó en su oscuridad la primera vision amarillenta , mi cuerpo reaccionó     levantandose en el amanecer . Yo yacía cansado pero con ganas y satisfacción de aprender a sí que me dirigí hacia la densa y rica sabana. Llegaba el atardecer cuando de repente encontré un pequeño ocelote perdido . Me dispuse a cogerlo pero se resistió al principio. Luego se dió cuenta de que no quería hacerle daño y me cogió cariño muy pronto. Lo que más le gustaba era que con mis gélidas manos le raspara la nuez y me dí cuenta por que empezó a ronronear . Por la noche estaba durmiendo al lado de una hoguera cálida y me di cuenta de que algo se metía en mi saco de dormir , cogí mi daga pero antes me asegure que había en mi saco de dormir y … ¡ eeera mi ocelote ! Que ronroneaba acurrucado .

A la mañana siguiente le enseñé a mi ocelote cual era su nombre : Sasque Street formaría parte de la familia. Además le enseñé que cuando tocara el silbato hecho a mano por mí, viniese. Los ocelotes eran solitarios cazando a si que le enseñe a trabajar en equipo...cuando me di cuenta de que esta zona de la sabana ya no la conocía, sonaban ruidos de las aves resonantes en el vacío;  era demasiada densa. Cuando de repente una anaconda me intento asfixiar pero en ese momento Sasque la atacó y le mordió el cuello haciendo que su veneno saliese de sus colmillos. Sasque y yo andábamos sin rumbo fijo cuando un dardo alcanzó mi cuello y note como un cálido liquido se infiltraba por mis articulaciones y como mi cuerpo estaba cayendo. Lo único que conseguí recordar fue como atrapaban a Sasque y me desmayaba .

Cuando desperté lo primero que vi fue una chica de mi estatura de esa zona poniéndome un pañuelo en la frente y que cuando desperté reacciono y fue a avisar a los demás al lado mío esta Sasque soñando de tal manera que su rabo se movía agitadamente. Le desperté y sin darse cuenta me dio un gruñido pero luego no paro de meterme lametazos por toda la cara. Me levante y hablé con el jefe del campamento si podía alguien llevarnos hasta nuestro campamento y la misma chica que me disparó con el dardo y me curó me llevo hasta casa. Por el camino nos encontramos un tigre pero yo lo bloqueé y Sasque lo paralizó. La chica me dijo que si nos volveríamos a ver y yo todo pipa le dije tal vez, corrí, salté al vacío con Sasque donde estaba mi casa, bajo el acantilado y desprendí un paracaídas y se lo conté todo, justo cuando mi padre llegó. Así es la vida …………….

Continuará Guille Marín SE LO DEDICO AL QUE LO LÉA