Un día Javier estaba comprando un cactus cuando entró un ladrón en la tienda con una navaja en la mano.
- Dame todos los cactus o te mato.
Javier en ese momento tenia un cactus redondo y con muchos pinchos, y no se lo pensó ni un segundo, tiro el cactus a la cara del ladrón.
- ¡Pues toma cactus!- dijo Javier.
El ladrón fue a por él pero Javier le tiro otro cactus y le dio en la mano. Al ladrón se le cayó la navaja. Entonces Javier cogió un cactus de un metro y medio.
- Ni se te ocurra... -dijo el ladrón.
Pero el cactus ya iba hacia él. Le dio en toda la cara y el ladrón dio dos vueltas y media y cayó al suelo lleno de pinchos. Llamaron a la policía y se lo llevaron a la cárcel y a Javier le regalaron todos los cactus que quiso.
FIN
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