Un amigo mío fue a Madrid sabiendo que su novia necesitaba unas gafas porque se las había roto unas noches antes en el cine. Al pasar por unos grandes almacenes se decidió a entrar y le compro unas.
La dependienta las envolvió con un gran lazo rojo y él pago la cuenta, le costaron un montón de dinero, casi todos sus ahorros, 56 euros. Salió de los grandes almacenes cruzó la calle, había un tráfico horrible, estaba empezando a llover y para no variar no llevaba paraguas. Decidió sacar las gafas de la bolsa y meterselas en el bolsillo y utilizar la bolsa como si fuera un chubasquero.
Siguió andando por la calle y se metió en el metro. Creo que sería la manera más rápida y segura de llegar a casa de Antonieta. Pero claro, esa idea se le había ocurrido a muchas personas más. El metro estaba hasta arriba de gente. ¡qué desastre!, tendré que coger carrerilla para entrar en el vagón, una, dos y tres... ¡uf, por fin lo conseguí!.
Tres paradas más y ya llego a mi estación. ¡qué ganas tengo de darle la sorpresa a Antonieta!. -Tin, tin , tin, próxima estación, “ventas”, ¡uf, qué bien, ya he llegado a la estación!.
Bajé como pude del vagón de metro y subí todos los tramos de escaleras mecánicas que había hasta salir a la calle.
Cuando salí del metro ya había parado de llover. La casa de Antonieta estaba bastante cerca de la boca del metro. Más o menos a 10 minutos andando.
Me puse a andar a paso rápido y cuando ya estaba llegando al portal de Antonieta, me paso la mano por el bolsillo y me doy cuenta de que el paquete de gafas no estaba en el bolsillo donde lo había metido.
¡Jo, no puede ser, he perdido las gafas de Antonia!, voy a volver al metro para ver si las encuentro. Entré en el metro otra vez y bajé todos los tramos de escaleras otra vez hasta llegar a la estación.
Me puse a buscarlas, pero nada, no había ni rastro del paquete de gafas. ¡qué hago ahora, cómo le digo a Antonieta que he perdido sus gafas!, con la ilusión que tenía yo y la sorpresa que se iba a llevar....
Cuando me voy a dar la vuelta, me tropiezo con alguien, y cual es mi sorpresa cuando veo que es Antonieta. Está súper contenta, se ha encontrado un paquete con unas gafas. ¡No me lo puedo creer!...
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