lunes, 24 de enero de 2011

El guerrero sin caballo


Érase una vez una princesa encerrada en un castillo. Por la noche venía un guerrero sin caballo que quería salvarla, pero resulta que había un dragón muy malo que no lo dejaba rescatarla. 

Un día vino el guerrero y el dragón no estaba, y como se había dejado las llaves puestas, la princesa abrió el castillo con la llave y se fue corriendo con el guerrero. 

Como no tenían caballo, tuvieron que correr muuuuuuucho. Llegaron más guerreros y príncipes para ayudarles y atar al dragón. Lo llevaron hasta un campamento. 

Como estaba muy enfadado y echaba mucho fuego por la boca, lo aprovecharon para asar la carne de la cena. 

La princesa estaba muy contenta porque el guerrero la había rescatado y para agradecérselo le nombró “príncipe sin caballo”. 

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