Había una vez un pez de color verde que se llamaba Zipi y el otro pez de color amarillo que se llamaba Zape, eran muy buenos amigos, estaban siempre jugando juntos bajo el mar. Su juego preferido era el pilla-pilla. Se metían por todos sitios, cuevas, corales, bancos de peces de colores, por debajo de las rocas, etc.
Un día se encontraron con dos amigos que se habían quedado atrapados en unas rocas. Zipi y Zape se pararon a ayudarles, pero ¿cómo podemos ayudarles?, se preguntaron. ¡Nos hemos quedado atrapados y no podemos salir!, dijeron. A Zipi se le ocurrió una gran idea. ¡Podemos ir en busca del pez espada y que haga el agujero más grande y así podáis salir!, ¡qué buena idea!, yo me quedo aquí con nuestros amigos y tu vas a buscar al Señor Espada para que nos ayude.
Al cabo de un rato apareció Zape con el Señor Espada, pensaron juntos cuál era la mejor manera para sacarles de allí. Al final decidieron serrar las rocas para hacer el agujero más grande.
Después de un buen rato consiguieron sacar a los peces del agujero. Estaban todos muy contentos. Gracias a la ayuda de los demás pudieron salvarles. Y al final se hicieron todos amigos. ¡Qué bueno es contar con los demás cuando te encuentras es un apuro!
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