Hola, soy Gonzalo y os voy a contar una historia muy interesante, que disfrutéis.
Eran las 17:25, mis amigos (Gabi, Mariano y Miguel) y yo no teníamos nada que hacer, era cuestión de segundos que se me ocurriera una idea, les propuse a mis amigos ir a investigar la urbanización.
Ya preparados, nos repartimos en dos grupos: Mariano y yo y Miguel y Gabi. Les di a Gabi y a Miguel un plano de la urbanización y un walkie talkie para comunicarnos si encontráramos algo extraño.
Al cabo de una hora, en mi walkie talkie sonó:
- Gonzalo, ¿me recibes? Soy Miguel.
Yo le respondí:
-Sí ¿qué quieres?
-Ven rápido: hemos encontrado un pasadizo, estamos en la piscina.
-Recibido.
Mariano y yo salimos muy rápido hacia la piscina. Cuando les vimos, ellos nos estaban esperando en la piscina, así que corrimos hacia ellos como si hubiésemos encontrado un tesoro.
En el instante que llegamos nos condujeron hacia un sitio extraño. Mis tres amigos me dijeron que fuese yo delante. Fui con inseguridad al ver una puerta en medio de los escombros. Apreté ligeramente y la puerta cedió. Nos encontramos en un pasillo oscuro y a medida que íbamos avanzando poco a poco la luz se iba adentrando en el pasillo, de repente un pequeño gnomo se puso en frente nuestra y nos dijo:
-Hola, caballeros, ustedes parecen ser los reyes.
Yo respondí:
-Vamos a ver. No llevamos en este lugar, por cierto muy bonito, ni un minuto…
Y así entablamos una largaaa discusión hasta que llegamos a un acuerdo. Reinaríamos y protegeríamos su pueblo de sus enemigos a cambio de que cada vez que viniéramos aquí nos encontráramos una serie de cosas que habíamos decidido.
Allí habíamos sido coronados como reyes, ese mismo día. Nos fuimos a casa muy felices y con ganas de más.
CONTINUARÁ…
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