Eran las tres de la madrugada, cuando de repente alguien llamó a la puerta.
-Buenos días Sr. Race, soy el Dr. Jaime Rodríguez- Dijo un tipo alto con canas, ojos castaños y lo que se dice un tipo elegante-. Venía para, bueno, ejem ¿Fuiste un agente especial de la FBI...?- Dijo él, como con vergüenza.
-Bueno..., eso fue hace mucho, pero ya no, dimití, sigo en el paro, pero no, no me apetece...
-Por favor, mire, el otro día, el terrorista Robert Macadnlei se escapó de la cárcel y creemos que se ha ido a esconder a alguna selva de África, necesitamos a alguien, bueno, el pago serán 10.340€ con intereses, más todo el equipaje, gastos y esas cosas para el viaje...-Bueno, al final estaba pidiendo todas las cosas que necesitaba: Una navaja multiusos de buena calidad, un revólver, un equipo de escalada, un kit de camuflaje, una linterna y un saco para dormir de buena calidad. Al día siguiente me iba de viaje a África.
Me llevaron al aeropuerto dos escoltas que se encargaron de todo tipo de problemas. Al final salí a las 15:00 PM y llegué a las 21:00 PM, Cuando llegué, empecé la búsqueda por el bosque más cercano, a medida que pasaba el tiempo, el camino se oscurecía hasta que decidí acampar en un valle de hierbas bajas. Esa noche, lo pasé fatal, además de los mosquitos y los sonidos raros, tuve una pesadilla:
“Chas”, un dardo me había dado en toda la espalda y entonces aparecía el mismo Robert Mcadnley frente a mi, tenía un puñal, e iba con seres que no supe reconocer, Robert levantó su puñal y me iba a matar cuando me desperté. Eran las seis de la mañana y como no había forma de volver a dormir, proseguí mi aventura. Me encontré un grupito de leones cachorro bastante monos-Hola pequeñines...- Pero eso había sido el mayor error de mi vida, porque empezaron a atacarme, bueno no es que unos tres leones cachorro hagan mucho daño, no, estos eran diferentes, pequeños pero salvajes. Estaban apunto de matarme cuando una flecha atravesó a uno dejándole muerto, así que los dos restantes se fueron corriendo. Miré de donde había venido la flecha y entonces lo vi: Un especie de indígena con pelo largo, castaño, piel bastante morena y collares, pulseras, etc. Por todo el cuerpo-Hola, ¿Tú hablar español?
-Si-contestó el con cara de: “¿Eres imbecil?”
-Pues gracias,¿Sabes que son esas cosas?-dije yo no se muy bien por qué.
-Son los animales de siempre pero manipulados,-Eso significaba que Robert estaba cerca- podrías encontrar bastantes de ellos en este bosque, ten cuidado. Es posible que te mate uno, en esta última semana han muerto trescientas personas por ataques de estas criaturas, son horribles si continuamos sin hacer algo durante mucho tiempo todos estos países quedarían infectados...
-Bueno gracias, yo se quién ha estado haciendo todo esto, se llama Robert Macadnlei, era el terrorista más temido, yo fui de la FBI y me han encomendado traerlo vivo o muerto antes de que sea tarde y aterrorice a todo el mundo. Tú conoces esto mejor que yo, tienes una puntería muy buena y yo necesito cuanta más ayuda mejor ¿Sabes a lo que me refiero...?
-Bueno no estaría nada mal que se acabara esta especie de revolución...me llamo Recosteido Nabudako-Dijo tendiéndome la mano, se la tendí.
-Yo Willi Race –Dije yo con una sonrisa en la cara.
Empezamos la aventura los dos luchando contra seres extraños que nos iba mandando Robert, a mi me parecía que no llegaríamos a nada si no nos poníamos en serio. Todo el día luchábamos mientras se cachondeaba de nosotros. Tiene una inteligencia grandísima pero se acabaría rindiendo, algún día le arrinconaremos y nos lo llevaremos, aunque tenga que ser muerto porque nosotros nos tomamos esto muy enserio y no pararíamos hasta salir con la nuestra que tampoco era tan fácil, más bien lo contrario.
Por fin el día tres de Octubre lo encontramos y como no tenía escapatoria le acorralamos pero no tan rápido, el también tenía sus secuaces una manada de sus animales nos atacaron, pero eran muchos, no podríamos contra ellos, o si, yo ya sabía que Recosteido podía llamar a sus colegas…-Recosteido llama a tus amigos o moriremos-Y entonces de su boca salió un silbido muy potente que hizo que al minuto apareciese un grupo de su especie (Unos veinte) que nos ayudaron de maravilla hasta que solo quedaron todos menos los animales de Robert- Chicos dejadme solo esta batalla la librare yo, es lo justo-Todos se fueron hasta que quedamos yo y Robert cara a cara-Que empiece la función sacamos nuestras revolverse y empezó un tiroteo de cuidado, las balas volando sin rumbo fijo, nosotros moviéndonos de un lugar a otro entre la maleza a una velocidad increíble, no esa que fuésemos muy buenos en eso, ni mucho menos, pera al final alguien ganará y alguien perderá. Pasaron minutos y minutos que para mi eran como horas, hasta que al final Robert cayó herido del brazo, no era mortal pero tenía el 99% de posibilidades de matarle en ese mismo momento. Pero no lo hice, bajé el arma y llamé a la FBI que pronto llegó en un helicóptero, se llevaron a Robert y gané lo que merecía que caramente compartí con Recosteido.
Esto no es el final, si no el principio
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