Nuestras vacaciones de Semana Santa empiezan el jueves por la tarde. Toda nuestra familia se va al campo que está en Ciudad Real casi al lado de Córdoba. Todos se van el Viernes pero nosotros nos vamos el sábado por la mañana porque el Viernes quería celebrar mi cumpleaños con mis amigos de la clase en casa y pido permiso a mis padres para quedarnos y organizo un partido de futbol con Mariano de la clase que cumple años el mismo día que yo. Celebramos los dos juntos un partido de futbol con los de la clase, aunque muchos de la clase ya no están porque se han ido de Semana Santa. Nos lo pasamos todos muy bien y tuvimos una merienda cena muy buena.
Al día siguiente nos fuimos todos al campo. Somos muchos primos y nos encanta estar en el campo con los abuelos. Cuando llegamos hacía muy buen tiempo y comimos todos fuera una paella. Por la tarde organizamos con los primos pequeños ir al rio a bañarnos, ese día no pudimos ir solos porque estaban mis primos de 3 a 6 años.
El domingo que era de Ramos fuimos a una procesión en el pueblo muy divertida con mucha gente y luego a misa que terminamos tardísimo y llegamos a casa a las 3.30 de la tarde para comer. Mi padre y algún tío mío se volvieron a Madrid a trabajar.
Lunes nos fuimos al rio después de comer en bicicleta. No había bicicletas para todos nos llevamos 2 y nos íbamos turnando. Nos llevamos merienda y traje de baño. Fuimos solos y estuvimos pescando renacuajos. Hacia un día muy bueno y estuvimos hasta las 7 de la tarde que llamamos a mi madre para que nos viniera a buscar porque la bolsa de las toallas pesaba mucho y era todo cuesta arriba. Mi prima la de tres años se había quedado arriba con mis abuelos y tías. Cuando llegamos nos contaron que se había caído a la piscina que estaba toda sucia y helada. Pero mi tío Javier la había sacado menos mal porque todos se llevaron un susto menos ella que se estaba riendo cuando lo contaba.
El martes se fue uno de mis primos con sus padres y empezó el mal tiempo. Tenemos la suerte de estar todavía varios primos y los ratos que no llovía montábamos en bici y a veces con mis tíos en moto. Por la noche hacíamos todo algo de deberes y jugábamos a la wii aunque estábamos todos agotados.
Mi padre volvió al campo el jueves que era su cumpleaños por la tarde a las 7 y le organizamos una de sus cenas preferidas y luego le dimos sus regalos y le pusimos una tarta con velas para que soplara.
El Viernes estábamos pendientes porque la burra iba a tener otro burrito y no parábamos de ir a verla al establo pero al final nos vinimos a Madrid y todavía no había pasado nada.
En una de las excursiones que hicimos vimos una culebra, no era muy grande pero no sabíamos si era venenosa y nos fuimos todos corriendo por si acaso.
Mi prima la pequeña de tres años, Verónica, vio un ratoncito recién nacido y como estaba solo y era muy pequeño lo pudimos coger y meter en un cubo. Pero como un tío mío y nosotros tenemos perros de caza Teckel los perros no paraban de ladrar alrededor del cubo. Le pusimos de comer al ratón pero al final le tuvimos que soltar lejos para que pudiera vivir.
Luego los perros cazadores terminaron cazando otro ratón grande que mis tías estaban encantadas porque les da un asco tremendo.
El viernes por la tarde fuimos a misa todos juntos pero no nos enteramos de nada de la lectura porque no funcionaban bien los
Micrófonos. Dimos un beso a Jesús en la Cruz y hacía mucho frío dentro de la Iglesia.
El sábado era nuestro último día. A todos nos daba mucha pena y no queríamos volver a Madrid. Aprovechamos toda la mañana dando vueltas en bici y por todo el campo aunque llovía a ratos. Mi padre organizó unas fajitas y comimos todos juntos. Después vinimos a Madrid y quedamos con nuestros primos. Jugamos a la wii bajamos al jardín y jugamos y más tarde se fueron.
¡Fue una Semana Santa estupenda¡
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