martes, 26 de abril de 2011

Caos en Los Ángeles

Era martes por la mañana y hacia un día muy soleado. Yo, Luis de León, me fui corrigiendo a la calle gritando “¡fuego, fuego!”. Adivinad porqué gritaba. Porque había fuego en mi casa ya que la cuidadora había dejado el radiador eléctrico encendido con ropa encima. 
Mi padre y mi madre estaban furiosos y como no tuvimos otra opción alquilamos otra casa. Eso fue el principio de la mañana, pues no os imagináis lo que pasó después. Después de mudarnos, la casa estaba hecha un caos. 
Nos habíamos mudado a Los Ángeles para unos meses y  creíamos que la casa que íbamos a  alquilar iba a ser muy buena pero ¡BOOM! Increíble, estaba hecha un caos y parecía que había alguien en el desván. 
Justo cuando iba hacia mi cuarto vi por la ventana que había un grupo de policías en la calle. Yo, muy asustando, se lo fui a decir a mi madre. Mi madre salió corriendo a la calle y preguntó a un policía: 
-¿Qué esta pasando? 
Él dijo que si habíamos oído un ruido en el desván de nuestra casa tendríamos que irnos de allí inmediatamente ya que había un ladrón  en el barrio que se había escapado y se había escondido en nuestra casa. 
Nosotros, muy asustados, nos volvimos a mudar pero esta vez a un hotel de cinco estrellas. Mi madre y mi padre habían dicho que si pasaba algo en el hotel explotarían de los nervios (ya que nos habían pasado tantas cosas últimamente). Yo me fui al jacuzzi, mi hermana y mi madre estaban hablando en una mini catarata que había en medio del hotel y mi padre simplemente estaba leyendo el periódico. 
Yo muy contento terminé el baño en el jacuzzi y me fui a mi cuarto. De repente se oyó una explosión detrás de una puerta y pensé: 
-¡Ay de mi como sea algo malo! 
Abrí la puerta y cuando entre vi a un hámster diciéndome:
- ¿Qué tal amigo? 
Yo me pegué un susto espeluznante, no porque me había hablado sino porque tenía un cartucho de dinamita pegado al cuerpo. Me fui corriendo pero cuando ya estaba a mitad de camino hacia mi habitación oí tres, dos, uno… ¡BUUUUM! salí volando y me estampé contra la pared. 
Vi que todo el mundo venía hacia mi y me preguntaba como podía haber ido tan rápido desde una habitación al otro piso. Yo les expliqué lo de la bomba. Después de que se lo contara a mi madre y a mi padre me dijeron que no me preocupara y a mi con mucha suerte no me pasó nada más y nos quedamos en el hotel. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario