martes, 26 de abril de 2011

El perro que decía "miau"


Cuando Beatriz lo encontró, Negrito apenas era más grande que una rata. Estaba acurrucado en una esquina, delante de una tienda de juguetes, temblando de frío. Beatriz lo cogió en sus brazos y se lo llevó a casa.
Negrito se quedó con ellos. El gato de Beatriz se llamaba Granujilla, y desde que llegó hizo buenas migas con el gato. Granujilla le enseño a hablar y en vez de decir <guau> decía  <miau>.
Un buen día dando su primer paseo solo ¡SE PERDIÓ! Esa misma noche Beatriz echó en falta a Negrito. Fueron a la perrera y preguntaron: "¿Han encontrado un perro negro?". "No, pero hemos encontrado un perro blanco". 
Entonces Beatriz pidió ver el perro blanco. Lo lavo y se dio cuenta de que era Negrito .  

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