Hace mucho tiempo en lo mas adentrado de Irlanda había un pueblo muy, muy pequeño de menos de cien habitantes. El pueblo estaba rodeado por un bosque muy extraño, y era extraño porque un padre de familia, llamado David, decía que cuando fue a cortar leña había visto un duende bajar de un arco iris, pero nadie le creía. La gente decía que estaba loco, pero él, se defendía y decía:
-Es verdad. Salí, era de día, había sol y lluvia y de repente, se formó un arco iris enorme y bajó un duende con un tazón de monedas de oro.
De repente, la gente le interrumpió diciendo:
-Vamos a comprobar si lo viste: ¿Cómo era el duende?
El leñador les contesto rápidamente:
-Llevaba una chaqueta verde, un pantalón verde también, pero un poco mas oscuro. También llevaba un sombrero muy raro verde. Además, vi una cosa muy extraña en el sombrero,
-¿Qué era? - preguntaron los del pueblo.
-Era como un cinturón, con una hebilla muy grande y todavía no he acabado: llevaba unos zapatos grandes y negros. Era muy bajito y otra cosa que se me olvidaba: llevaba un trébol de tres hojas en el sombrero.
Los del pueblo seguían pensando que el pobre David tenía mucha imaginación, pero él seguía defendiéndose y tratando de convencerles de lo que había visto. Como en el pueblo seguían sin creerle les propuso que un día de sol y lluvia, cuando saliera el arco iris, fuesen a su casa y él les llevaría hasta el lugar donde había visto el duende.
A la gente del pueblo le pareció una buena idea. El único problema es que era verano, y casi nunca llovía por lo que tendrían que esperar a que llegase el otoño.
Transcurrió el verano, y David tuvo que soportar las burlas de la gente del pueblo, ya que era un verano extrañamente caluroso y la lluvia no se acercaba.
Pero todo llega, y por fin entró el otoño y las lluvias empezaron. Los del pueblo esperaban ansiosos hasta que por fin llegó el gran día: hacía un día espléndido, pero vinieron las lluvias y comenzó a formarse el arco iris. Los del pueblo dijeron:
-Venga, vamos a llamar a David, que está saliendo el arco iris.
Todo el pueblo se dirigió a la casa de David, y le empezaron a llamar diciendo:
-¡David, David ha salido el arco iris!
El pueblo estaba impaciente, David salió de la casa y dijo:
-Vamos, debemos entrar en el bosque antes de que el arco iris desaparezca.
Todos se dieron mucha prisa. Llevaban cámaras de fotos y de video. Confiaban en que pronto verían un duende. David lo vio y dijo contento:
-Mirad ahí esta.
La gente no lo veía y decía:
-¿Dónde, donde? No lo vemos.
De repente el hijo mayor de David, Roberto, dijo:
-¡Miradle, allí está! ¡Yo también puedo verle!
La gente estaba extrañada y decían:
-Queremos una respuesta ¿Por qué no podemos ver al duende?
Y entonces un panadero dijo:
-Vamos a ver a mi abuelo Pepe, el hombre mas viejo de esta ciudad. A lo mejor él puede explicarnos lo que está pasando.
Entonces el pueblo emprendió camino a casa de Pepe. Al llegar a la casa del anciano los del pueblo le explicaron lo sucedido, él les contó que cuando el abuelo de David era joven vio al mismo duende que David y su familia acababan de ver, y el duende le dijo al abuelo:
-Solo tu y tus descendientes podrán verme.
Por eso solo David y su hijo Roberto podían verle porque eran sus descendientes.
Los del pueblo se quedaron sorprendidos con la historia, y ya nunca más se volvieron a meter con David porque sabían que David lo había visto de verdad, pero que ellos nunca podrían porque el duende así lo quería.
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