lunes, 7 de febrero de 2011

El Duende Mágico

Hace mucho tiempo en lo mas adentrado de Irlanda había un pueblo muy, muy pequeño de menos de cien habitantes. El pueblo estaba rodeado por un bosque muy extraño, y era extraño porque un padre de familia, llamado David, decía que cuando fue a cortar leña había visto un duende bajar de un arco iris, pero nadie le creía. La gente decía que estaba loco, pero él, se defendía y decía:

-Es verdad. Salí, era de día, había sol y lluvia y de repente, se formó un arco iris enorme y bajó un duende con un tazón de monedas de oro.

De repente, la gente le interrumpió diciendo:

-Vamos a comprobar si lo viste: ¿Cómo era el duende?

El leñador les contesto rápidamente:

-Llevaba una chaqueta verde, un pantalón verde también, pero un poco mas oscuro. También llevaba un sombrero muy raro verde. Además, vi una cosa muy extraña en el sombrero,

-¿Qué era? - preguntaron los del pueblo.

-Era como un cinturón, con una hebilla muy grande y todavía no he acabado: llevaba unos zapatos grandes y negros. Era muy bajito y otra cosa que se me olvidaba: llevaba un trébol de tres hojas en el sombrero.

Los del pueblo seguían pensando que el pobre David tenía mucha imaginación, pero él seguía defendiéndose y tratando de convencerles de lo que había visto. Como en el pueblo seguían sin creerle les propuso que un día de sol y lluvia, cuando saliera el arco iris, fuesen a su casa y él les llevaría hasta el lugar donde había visto el duende.

A la gente del pueblo le pareció una buena idea. El único problema es que era verano, y casi nunca llovía por lo que tendrían que esperar a que llegase el otoño.

Transcurrió el verano, y David tuvo que soportar las burlas de la gente del pueblo, ya que era un verano extrañamente caluroso y la lluvia no se acercaba.

Pero todo llega, y por fin entró el otoño y las lluvias empezaron. Los del pueblo esperaban ansiosos hasta que por fin llegó el gran día: hacía un día espléndido, pero vinieron las lluvias y comenzó a formarse el arco iris. Los del pueblo dijeron:

-Venga, vamos a llamar a David, que está saliendo el arco iris.

Todo el pueblo se dirigió a la casa de David, y le empezaron a llamar diciendo:

-¡David, David ha salido el arco iris!

El pueblo estaba impaciente, David salió de la casa y dijo:

-Vamos, debemos entrar en el bosque antes de que el arco iris desaparezca.

Todos se dieron mucha prisa. Llevaban cámaras de fotos y de video. Confiaban en que pronto verían un duende. David lo vio y dijo contento:

-Mirad ahí esta.

La gente no lo veía y decía:

-¿Dónde, donde? No lo vemos.

De repente el hijo mayor de David, Roberto, dijo:

-¡Miradle, allí está! ¡Yo también puedo verle!

La gente estaba extrañada y decían:

-Queremos una respuesta ¿Por qué no podemos ver al duende?

Y entonces un panadero dijo:

-Vamos a ver a mi abuelo Pepe, el hombre mas viejo de esta ciudad. A lo mejor él puede explicarnos lo que está pasando.

Entonces el pueblo emprendió camino a casa de Pepe. Al llegar a la casa del anciano los del pueblo le explicaron lo sucedido, él les contó que cuando el abuelo de David era joven vio al mismo duende que David y su familia acababan de ver, y el duende le dijo al abuelo:

-Solo tu y tus descendientes podrán verme.

Por eso solo David y su hijo Roberto podían verle porque eran sus descendientes.

Los del pueblo se quedaron sorprendidos con la historia, y ya nunca más se volvieron a meter con David porque sabían que David lo había visto de verdad, pero que ellos nunca podrían porque el duende así lo quería.

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