Viernes, 28 de abril de 2005
La noche fue muy dura, pues la gente seguía llorando, gimiendo, gritando…
Junto con un grupo de hombres, he estado pensando cómo salir de ahí y cómo ayudar y curar a los demás. Primero se nos ocurrió ir quitando poco a poco los escombros para encontrar la salida, pero luego descartamos la idea, porque íbamos a tardar demasiado y no teníamos medios ni fuerzas para mover todo aquello. No sabíamos que hacer, así que decidimos esperar a que nos encontraran y que nos salvaran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario