jueves, 10 de febrero de 2011

Paz en Escocia

     Ocurrió el  3 de Marzo de 1.832 , cuando las colonias Británicas atacaron las grandes costas Escocesas. En ese momento nació mi primer hijo. Vinieron las tropas Británicas que me quitaron a mi mujer y a mi hijo. Juré que me vengaría.

         Dos días más tarde partí hacia la guerra, al mando del general Strogoff , hijo de Geremías,  el capitán de la guardia real. Iba en un batallón de 200 hombres. Los días eran largos e intensos. El primer día, fue el más duro, muchos murieron congelados, entre ellos uno de mis cinco amigos, Tomas, un simple leñador como todos nosotros. Solo quedamos 149 hombres.

 A los tres días cabalgando día y noche llegamos al primer campo de batalla. Todo lo que había era sangre y más sangre. Cada pueblo que pasábamos estaba en llamas y arrasado por los Ingleses. De pronto se oía un carruaje Inglés a lo lejos y rápidamente nos escondimos a ambos lados del camino. Cuando pasaron ¡zas!  les asaltamos por sorpresa. En él iba el Rey Carlos de Inglaterra  y parte de su servidumbre. Le hicimos bajar del carruaje y le maltratamos hasta que nos dijo donde escondía a mi mujer  a mi hijo y al resto de los prisioneros Escoceses. Nos confesó que estaban en el castillo de Westminster pero que no conseguiríamos entrar ya que sus puertas estaban protegidas por todo su ejército y las murallas eran de piedra imposibles de derribar. Aún así no nos rendimos y fuimos a rescatarles. Sabíamos que nos jugábamos la vida. Llegamos al castillo y derribamos la puerta con un tronco larguísimo. Abrimos las mazmorras y liberamos a todos los prisioneros incluidos mi mujer y mi hijo. Gracias a Dios estaban sanos y salvos.

        Hicimos un pacto con el Príncipe Juan: la paz en Escocia por la liberación del Rey Carlos. Escocia vivió feliz y tranquila para siempre.

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