El burro bueno

      Había una vez una aldea en un país muy lejano donde había un castillo y donde también vivía una princesa malvada. Un día un burro muy bueno estaba andando por la orilla del río, se encontró una espada con un mango de diamantes, rubíes y zafiros. Como era muy bueno fue a la aldea para preguntar de quién era. Su sorpresa fue muy grande cuando vio que todos los habitantes decían que era suya. El burro no sabía que hacer.

A pocos kilómetros de la aldea había una charca donde vivía un sapo sabio. A él acudió el burro y le dijo lo que ocurría: que no sabía a quién dar la espada. El sapo contestó: en la aldea todos son muy pobres así que no preguntes ahí, pregunta en el castillo de la princesa malvada. El burro fue al castillo y llamó a la puerta, la princesa malvada dijo: vete no quiero ver a nadie. El burro se fue pero oyó una voz desde lo alto de la torre: socorro, salvarme por favor, miró hacia arriba y vio una preciosa chica y le preguntó: ¿quién eres? Y ella contestó: soy la verdadera princesa que me han encerrado en esta torreta. El burro le dijo: si me ha dicho la princesa que no quería ver a nadie. -Esa no es la princesa, es la bruja malvada, le dijo la verdadera princesa. Entonces el burro fue corriendo a ver al sapo  y le contó lo que había sucedido. El sapo sin tardar le dijo: rápido dame en la cabeza con la espada, el burro así lo hizo y el sapo se convirtió en príncipe y corrieron los dos a salvar a la princesa de la bruja malvada que había convertido el príncipe en sapo. Una vez liberada se casaron y comieron perdices como yo tengo en mi casa.