miércoles, 9 de marzo de 2011

Espías secretos y las Ciudades Destrozadas

Hola, os voy a contar una de mis historias más enredadas y más intrépidas.

Eran las 3:00 de la mañana y no sé cómo es que estaba despierto, al grano. De repente, oí un ruido un tanto extraño; instantes más tarde, sonó la alarma de mi ordenador de mi compañía de espías secretos.

Al oír esto, sabía que había un problema, encendí el ordenador y rápidamente mi jefe apareció en la pantalla, yo me sobresalté al ver el orificio de la nariz de mi jefe en primer plano, que ya de por sí solo es feísimo. Él, muy preocupado, me dijo:- hola Agente 29G, nos han informado de una destrucción de varias casas y ciudades en Alemania, así que vete a investigar lo qué pasa y páralo. Avisé a mi ayudante Miguel, o nombre en clave Agente 26M, los dos fuimos coger mi jet privado. Nos metimos en él, nada más meternos puse el piloto automático para que fuésemos relajados. 
Cuando llegamos, nos bajamos a la base. Ahí estaban todas las armas y todos los objetos que necesitábamos.

Horas más tarde, fuimos a las ciudades destrozadas: Leverkusen,  Berlín y muchas más. Y estaban verdaderamente arrasadas.

Estábamos investigando una de las ciudades destrozadas y de repente de lejos vimos una de las bases de esos gamberros. No sabía cómo se llamaban, pero en su base ponía: S10.

Nos plantamos delante de su base…

Justo íbamos a entrar y vimos uno de los miembros del S10. No sabíamos que hacer, vimos un matorral y en menos de que pudiera decir hola, nos escondimos detrás del arbusto. Estuvimos escondidos hasta que el miembro del S10 se fue. Rápidamente,  nos fuimos a la parte trasera de la base, vimos una ventanilla abierta y decidí abrirla, pero no podía así que le pedí ayuda a Miguel:

- Miguel, la palanca por favor. Me la dio y con suerte la pudimos abrir.

Una vez dentro, fuimos corriendo a la deriva y de repente nos  encontramos una sala  en la que ponía: “sala de experimentos” íbamos a entrar y vimos que había gente, pero también me fijé en el techo, y había una ventana. Tuvimos que salir rápido si queríamos salir victoriosos.

Cuando ya estábamos fuera, cogimos nuestras cuerdas les atamos un gancho. Lo lanzamos al techo de la base y trepamos hacia arriba había simplemente una ventanilla y vimos en la sala dos personas. Abrimos la ventana y con nuestras habilidades sin darles ni un segundo, les atrapamos, les atamos las manos y les amordazamos la boca. De este modo, quedaron inmovilizados. Nada más girar la vista vi una máquina en la que estaba escrito: Máquina de robots destructores. En ese momento ya sabía dónde estaba el problema. Cogimos los dos nuestras pistolas e incendiamos toda la base. De modo que tuvimos que salir como rayos.

Salimos fuera de la base, que nada más salir … explotó

Horas más tarde a todos los alcaldes que ya estaba todo solucionado.
Volvimos otra vez a mi jet. Y volvimos a España muy felices, mi jefe nos felicitó y estuvimos orgullosos de nuestro trabajo.

Bueno espero que os haya gustado esta historia.

2 comentarios:

  1. ¡Muy bueno el cuento! ¡Esperamos leer más de tus aventuras!

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  2. ¡Bueno y divertido!, Gonzalo está muy bien. Sigue así!Espero el próximo cuento pronto!

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