Un día se me ocurrió ir al campo con mi familia. Se lo pregunté a mi madre y me dijo que sí. Llamamos a unos cuantos familiares y dijeron que sí, menos uno, mi tío Patricio que estaba malo del estómago.
En el campo hicimos un picnic de una gran variedad de comida como macarrones, huevos fritos, hamburguesas y helados.
Después de comer teníamos un rato libre para jugar a lo que nos apeteciera. Jugamos al escondite: la ligaba yo. Empecé a buscar gente. A quien primero encontré fue a mi prima Rocío. Como estaba tan furiosa de que a ella le pillaran antes que a los demás, me dijo dónde estaban los demás. Y, en en efecto, eso sirvió de mucho porque encontré a todos.
Queríamos jugar más tiempo pero nuestros padres nos dijeron que nos teníamos que ir a casa.
Mas tarde llegué a casa y me puse a jugar con la wii. Me pasé todos los niveles. ¡Me lo pasé genial!
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